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Diario YA


 

la realidad de un conflicto armado sobre la población civil infantil

Cazados como ratas


Redacción Madrid. 26 de Septiembre.

DiarioYa.es quiere hacerse eco de la realidad de lo ocurrido durante el conflicto armado en el Cáucaso. Hay una historia no contada: La de los civiles, en especial los niños, que fueron asesinados en las primeras horas por las tropas georgianas y cuya causa se sigue desde por el Comité Investigador de la Fiscalía General de Rusia con la pretensión de presentarlo como prueba documentada ante el Tribunal Internacional de derechos Humanos. La llegada de los observadores internacionales a la zona tal vez haga que muchos empiecen a ver lo que por todos los medios se ha tratado de ocultar. El presente documento es sólo un estudio preliminar de la Fiscalía, una historia de hechos objetivos.

Sobre los crímenes cometidos por las tropas georgianas con respecto a los niños en Osetia del Sur en el transcurso del conflicto en el Cáucaso


(Información)


Por la madrugada el 8 de agostode 2008 las autoridades de Georgia agredieron Osetia del Sur. El ejército georgiano, utilizando artillería pesada, tanques, sistemas de fuego a salvas “Grad.” y la aviación de bombardeo, hizo masivamente fuego no selectivo contra los barrios residenciales y las instalaciones de infraestructura de la capital de Osetia del Sur, Tsjinvali, y sus arrabales así como contra otras varias localidades. Este golpe bárbaro, planificado de antemano, fue asestado premeditadamente en la oscuridad pretendiendo impactar más a los civiles y desajustar todo el sistema de avituallamiento y suministro energético a la población. Según la información de la parte suroseta para el 9 de septiembre de 2008 que se sigue puntualizando, el numero de los muertos es 1492 personas entre las cuales hay familias con niños, incluidos los bebés, y mujeres embarazadas.

Los bombardeos nocturnos de parte de Georgia se hicieron mas frecuentes a finales de julio y principios de agosto del año en curso. Debido a ello algunas familias decidieron llevar a los niños a otras zonas de Georgia y a Rusia para pasar las vacaciones de verano. Al mismo tiempo, muchos niños se quedaron en Osetia del Sur. El número de quienes se quedaron para el comienzo de la agresión en Tsjinvali y en las zonas adyacentes de momento no está determinado con exactitud. Se sabe que se quedaron no menos de 500 escolares. Esos niños bajo el fuego intenso durante tres días tenían que estar en los sótanos húmedos y fríos, en ropa ligera, sin comida ni agua. Cuando los padres intentaban llevar a los niños de la zona de combates, morían o quedaban heridos en las calles de la ciudad y fuera de esta.

Una vez tomada la gran parte de Tsjinvali y otras localidades el 8 de agosto, los militares georgianos desplegaron la cínica “caza” de la gente a fin de exterminarla. Se hacia fuego contra los civiles de los tanques, carros blindados y armas de tiro, incluso por francotiradores. Los vehículos blindados georgianos aplastaban con premeditación a los niños y las unidades de operaciones especiales georgianas peinando metódicamente los barrios conquistados echaban granadas a los sótanos y ruinas pensando acabar con la gente que se escondía allí. Se hacia fuego de puntería contra las ambulancias que trataban de llevar a los heridos de la zona de bombardeo por la carretera de Zari que va al Norte. Además, los artilleros georgianos “reglaron” de antemano el tiro contra esta ruta sabiendo que la usan únicamente los civiles que abandonan la ciudad.

Las declaraciones de los testigos presenciales recogidas y documentadas por los organismos de la legalidad de la Federación de Rusia y por las organizaciones no gubernamentales son pruebas directas de los asesinatos de los niños en Osetia del Sur.
A continuación se citan tan solo algunos hechos concretos relativos a esos crímenes.
Tal y como atestigua Z.P. Safonova, su conocida Marina Chochieva fue fusilada a sangre fría por militares georgianos en su propio automóvil junto con sus niños y hermana en la carretera de Zari cerca de Tsjinvali. El comienzo de la carretera de Zari representa un camino descubierto. Los militares georgianos tomaron la puntería al camino sabiendo que únicamente los civiles abandonan Tsjinvali por esta carretera. Fueron impactados allí decenas de vehículos. Esos fusilamientos de los refugiados eran sistemáticos. Dina Yusoeva, 15 anos, y Aslan Yusoev, 14 anos, perecieron al abandonar la Tsjinvali ardiente. El coche en que estaban fue cañoneado de los tanques georgianos. La onda explosiva saco a su madre del coche y su marido e hijos se quemaron en vivo delante de sus ojos. Allí mismo murió de la bala de un francotirador georgiano la escolar A. Shonazarova, 14 anos.

En la misma carretera de Zari murieron los padres de Inna Valieva, 13 anos, y de su hermana Irina, 15 anos. Las niñas quedaron bajo el amparo de sus abuelos. Muchos muertos, incluidos los menores de edad que se quemaron en vivo en los coches destruidos por los militares georgianos, no han sido identificados.

Se mataban en casas y en las calles. Por ejemplo, en su propia casa en Tsjinvali fueron fusilados las Elbakiev: la madre y su hija de 3 anos. El carácter bestial de los asesinatos, de niños inclusive, perpetrados por los militares georgianos lo confirman los cadáveres deformados de las victimas. Por ejemplo, la ya mencionada Z.P. Safonova veía en la calle el cadáver deformado de un niño con pies cortados así como los cadáveres deformados de seis mujeres cuyas partes sueltas de los cuerpos faltaban. Según las declaraciones de la testigo L.V. Bichenova, los militares georgianos hicieron volar la iglesia en el poblado de Dmenis en la que buscaban refugio de los bombardeos los ancianos, mujeres y niños. Vio asimismo que un tanque georgiano aplasto a una anciana con dos niños que intentaban huir. De las declaraciones de M.S. Tomaev se desprende que soldados georgianos fusilaron a una mujer embarazada. De las declaraciones de R.I. Sanakoev, en la ciudad de Tsjinvali cerca de la casa Nº 197 en la calle Lenin militares georgianos diciendo: “Tu hijo cuando crezca combatirá contra nosotros”, asestaron varios golpes con cuchillo a una mujer embarazada que falleció enseguida.

Existen asimismo hechos probados de heridas, lesiones físicas graves y traumas psíquicos de niños en el transcurso de los bombardeos bárbaros. Por ejemplo, la vecina de Tsjinvali V.K. Tsjovrebova declara que a raíz del fuego de la parte georgiana su hija Cristina Miroshnichenko, nacida en 1992, quedo herida del brazo izquierdo y el abdomen, fue sometida a dos operaciones y actualmente necesita un tratamiento permanente. Al igual que su hermana menor Victoria, nacida en 1994, experimento un fortísimo estrés postraumático, y las niñas se encuentran en el estado de depresión grave.

Los niños de Osetia del Sur vivieron el conflicto militar, un suceso que traumatiza fuertemente en lo psíquico, lo cual causa formas diversas de desadaptación psíquica, incluso el trastorno postraumático de estrés.

El niño puede experimentar un choque psicológico aun cuando solo fue testigo ocular de un suceso trágico y no su participante directo. Además, la fuerza de sus emociones es tan grande que todos los mecanismos ajustados de protección psicológica resultan trastornados. En el niño desaparece la sensación de protección y de seguridad de si mismo y de los allegados. Otros muchos padres (D.T. Kabisova, S.V. Valieva, Y.E. Eijorst y otros) testimonian los trastornos psíquicos de sus hijos debido a los bombardeos que causaron la destrucción de sus casas.

Los niños y adolescentes que se hicieron testigos presenciales de la muerte de sus padres y de sus coetáneos o los que perdieron a sus parientes o allegados recibieron traumas psíquicos nada menores. Por ejemplo, delante de los ojos de E. Guchmazova, 14 anos, fueron muertas sus condiscípulas. El adolescente A. Babilov perdió en Tsjinvali a su madre y abuela. Sergio Kachmazov, 12 anos, atravesó firmemente por todas las pruebas, pero la madre no pudo hallar respuesta a la pregunta del hijo: “¿Nos van a fusilar?” Y le contesto: “Todo estará bien, ya se oye el ruido de nuestros tanques”. niños mas grandes preguntaban: “¿Da miedo morir?”. La mama de Isabel Tsjovrebova, 12 anos, se quedo en Tsjinvali. La niña padece ideas fijas, sueños horribles y sensación de culpa. Las ideas fijas, el miedo de perder al padre y sueños horribles persiguen a Zarina Gazaeva, 12 anos. Durante el conflicto armado se escondía en un sótano. Diana Yioeva, 11 anos, perdió la fe y la sensación de la seguridad. La niña de la familia religiosa no puede comprender “¿como Dios pudo haber permitido esto?”

Las ideas fijas y sonidos persiguen a Aslan Vavilov. Oye la voz de su mama que se quedo en Tsjinvali. Allí mismo se quedaron su abuela y tía. Alana Chochieva, 11 anos, tiene miedo de los sonidos altos: “Parece que bombardean si bien entiendo que no están aquí”. Volviendo hoy día a su ciudad y a sus poblados y viendo las casas destruidas los niños viven con nueva fuerza las consecuencias de los sucesos terribles.
Los especialistas atestiguan que el 30% de los niños experimentan cambios en la conducta (agresión, distracción, llantos y perplejidad), trastornos neuróticos y somáticos (alza de la temperatura del cuerpo, alza del tono muscular, excitación elevada, jaquecas, dolores del estomago, enuresis, etc.), trastornos en el sueno y el apetito, premiosidad y dificultades de adaptación.

La tarea principal de los especialistas psicólogos consiste actualmente en prestar ayuda psicológica a los niños de Osetia del Sur para que superen el estrés, el miedo de la soledad y la protervia.

Con la ausencia de la ayuda psicológica calificada y oportuna, en los niños damnificados puede aparecer el síndrome de estrés postraumático.

El Departamento de Educación, Enseñanza Complementaria y protección Social de los niños del Ministerio de Educación y Ciencia de la Federación de Rusia, junto con el Ministerio de Educación de la Republica de Osetia del Norte–Alania y el Ministerio de Educación de la Republica de Osetia del Sur, están formando los equipos profesionales de psicólogos pedagogos para prestar ayuda psicológica a los niños damnificados durante el conflicto georgiano suroseto, como también para ensenar a los psicólogos del sistema de educación de Osetia del Sur los hábitos de tal trabajo con los niños y sus padres.

Para el 9 de septiembre de 2008 se obtuvo la información puntualizada de la especificidad del trastorno de estrés postraumático entre los niños y en sus familias en Osetia del Sur y entre los refugiados en Osetia del Norte.

Los especialistas de Rusia cumplieron el trabajo de corrección psicológica con los pedagogos, padres y niños. Fue prestada la ayuda metodologiílla a los pedagogos y a las administraciones de las escuelas en el trabajo con los alumnos que vivieron el trauma psicológico.

Fueron organizados los cursos de enseñanza a corto plazo para un grupo de voluntarios (14 personas) de entre los funcionarios del Comité para Juventud de la Republica de Osetia del Sur sobre los temas de la primera ayuda psicológica los damnificados. Actualmente los resultados de la recogida de materiales se están generalizando.

A raíz de los bombardeos bárbaros por los militares georgianos a las localidades de Osetia del Sur quedaron destruidos hospitales infantiles y maternidades. Como resultado, muchas embarazadas quedaron sin ayuda médica, en sótanos húmedos donde pasaron unos días sin luz, gas, agua ni comida. Debido a ello hay casos de las muertes entre los bebes y traumas de parto. Por ejemplo, la vecina de la ciudad de Tsjinvali, T.Y. Kabisova quien llevaba 39-40 semanas de embarazo, tras tres días pasados en el sótano no pudo dar a luz sola, y a raíz de la operación forzada el bebe apareció con traumas de la cabeza. están documentados los datos de la muerte de la recién nacida niña Bechenova-Zenashvili causada por la hipoxia intrauterina debida a que su madre durante los bombardeos de Tsjinvali se encontraba tres noches en el sótano de una casa ardiente, junto con cadáveres.

La agresión de Georgia causo la emigración masiva de los habitantes de Osetia del Sur. Casi 35 mil personas, incluidos 10 mil niños, se vieron obligados a abandonar sus casas hallando refugio en el territorio de la Federación de Rusia: en la Republica de Osetia del Norte–Alania, Daguestan, Karachayevo-Cherkesia, las Regiones de Moscu, Volgogrado y Rostov y los Territorios de Stavropol y de Krasnodar.
Teniendo en cuenta que muchas casa en que Vivian los refugiados están destruidas y su retorno, en virtud de eso, esta dificultado o es imposible, hay que esperar que la infracción del derecho de los niños a vivienda y los efectos dimanantes será a largo plazo.

La misma situación se esta formando con respecto al derecho de los niños a la educación. De las 50 instituciones de educación secundaria general de Osetia del Sur la mayoría esta destruida. En Tsjinvali el día del inicio del ano académico (1 de septiembre del ano en curso), tras los trabajos de reparación urgentes con la asistencia directa de los especialistas de Rusia, se logro abrir tan solo 8 de las 14 escuelas; los demás de momento no están recuperadas ya que la mayoría de ellas están destruidas hasta los cimientos. Como resultado de los bombardeos, aparte de la ciudad de Tsjinvali, fueron derribadas asimismo las escuelas en los poblados de Jetagurovo, Dmenis, Sarabuk, Tbet, Zar y Rustav del distrito de Tsjinvali; Didmuja, Ubiat, Mugut, Arknet, Bekmar y Velit del distrito de Znauri; y Leninogor del distrito de Leninogor. Teniendo en cuenta que los edificios de la parte damnificada de los refugiados también están destruidos, y estos no pueden volver, la mayoría de los niños tienen que comenzar su nuevo año escolar fuera de Osetia del Sur.

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