Principal

Diario YA


 

el día 2 como cada año, conmemoramos a los militares caídos en acto de servicio

Caídos por la Patria: In Memoriam de los anónimos del CNI

Daniel Ponce Alegre. Esta semana, el día 2 como cada año, conmemoramos a los militares caídos en acto de servicio. Por desgracia, en estos días está más vivo el recuerdo que en otras ocasiones ya que estamos bajo la Declaración de Luto Nacional porque hace escasas jornadas que se confirmó la muerte de los militares del Ejército del Aire que habían desaparecido tras caer su helicóptero en aguas del Océano Atlántico, bajo jurisdicción marroquí.

En esta ocasión, desde este Diario, y en armonía con nuestro compromiso en la promoción de la Cultura de Defensa, y de los valores y principios de la milicia, creemos que es de justicia recordar a aquellos militares, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Guardia Civil y CNP, y personal civil al servicio de la Administración del Estado que, siendo su labor tan importante como la que tienen aquellos otros servidores de España cuyo trabajo es más visible y espectacular, no los recordamos tanto como a aquellos, pues por la propia naturaleza secreta de su trabajo salen menos en los focos, salvo por desgracia cuando cometen traición o algún otro delito contra la libertad o la propiedad, o cuando han tenido jefes que sin escrúpulos y sin respeto a su labor que los usan para asuntos personales como limpiar piscinas, pintar casas, decorarlas, llevarlos de pesca, o asuntos de partido político como espiar al opositor; tal situación, gracias a Dios, no es la actual pues el Director del CNI, el General D. Félix Sanz Roldán es un hombre respetuoso, serio, de trato cordial, con grandes virtudes y con un gran sentido del honor, como lo ha mostrado en su recientemente publicado Código Ético del Agente del CNI, del que en otra ocasión hablaré en detalle.

Sin entrar en detalles, sólo decir que nuestro recuerdo y agradecimiento debe estar no sólo con aquellos que han dado su vida en grandes misiones secretas en el extranjero o infiltrados en organizaciones terroristas, islamistas o de crimen organizado, sino también con aquellos que aún sin haber dado su vida físicamente, sí que la han dado en lo personal, en lo familiar o en el ámbito de la promoción profesional que se ha visto finiquitada por determinadas misiones o destinos. Sin más, sólo queda confiar en la misericordia de Dios, mediante nuestro Señor Jesucristo, para que su servicio quede pagado suficientemente, pues los hombres jamás podremos pagarles su servicio para nuestra seguridad.

Etiquetas:Daniel Ponce